viernes, septiembre 19, 2008

En bragas

Hoy voy a confesaros algo: soy fetichista de la ropa interior femenina.
Sé que a la mayoría de la gente le daría vergüenza admitir algo así en público. Pero a mí no; y esto es así por tres razones:

1. Porque hay mucha más gente como yo.
2. Porque en el fondo no es nada malo ni hace daño a nadie.
3. Porque realmente es mentira, pero me sirve como entradilla a este post (cuyo título espero también atraiga a algunos que vayan buscando bragas por Google. Si habéis leído hasta aquí, no os vayáis. Sí es verdad que voy a hablar de bragas).

Y es que por lo que he oído, vislumbrado, percibido, es algo bastante común en Japón... O quizás no tan común, pero como aquí hay gente a patadas, es normal que haya más gente de lo que sea.
Los primeros indicios me llegaron allá en España, de la mano de una mítica serie de anime que seguro muchos recordaréis: se llamaba “Chicho Terremoto”. Ese era el título en español, por supuesto. El título original no tenía nada que ver... así como mucho de los diálogos, traducidos con más imaginación que fidelidad. Pero eso es otra historia.

Pues el protagonista de esta serie era un retaco al que sólo le importaban dos cosas: el baloncesto y las bragas de las chicas. A ser posible, blancas.

Para que hablen de la mala influencia del anime: millones de japoneses crecieron viendo al salido este y no han desarrollado ningún proble... Un momento; ahora que releo este post... ¡Que prohiban todo el anime! ¡Que quemen los mangas! ¡Inquisición, inquisición!

Como por aquel entonces yo era muy inocente, pensaba que se trataba simplemente de un recurso humorístico sin mayor trascendencia.

¡Qué equivocado estaba!

Realmente el tema de las bragas está bastante extendido en Niponlandia. Es una realidad que en esos barrios chungos en los cuales una bellota decente como yo no se atrevería a entrar (pero ya sabéis, me lo contó un amigo) se venden, en el mercado negro, bragas usadas. A ser posible por adolescentes.
Ignoro el precio. Es más, ignoro si te dan algún tipo de certificado de garantía o algo así. Porque quiero decir: hay que tener muchas ganas de bragas para arriesgarte a pagar un pastón por una prenda sucia que, además, vete tú a saber si en vez de por una sexy adolescente ha sido usada por la no tan sexy abuela de la adolescente o, aún peor, por el caracamal del abuelo de la adolescente, al que además le falta la mitad de la dentadura y le salen pelos por la nariz, las orejas y la verruga mutante del sobaco (lo cual no tiene nada que ver con las bragas, pero ayuda a crear una imagen así como de más repugnancia).

En fin, ahora que os he arruinado la cena con esta sutil descripción, paso a comentaros que, entre toda la plétora de dibujitos, estampados y modelos de bragas imaginables, hay dos que son la delicia del entendido: las bragas con dibujos de fresas (ichigo pantsu), y las de ositos (kuma pantsu). Porque además, se asocian con las bragas con dibujitos monos que suelen llevar las niñas (os parecerá que esto añade una nueva dimensión a la perversión; pero recordad que hablamos de Japón, donde no hay que asombrarse de nada).


Foto sólo para motivos didácticos, claro.

Así que cuando estéis hablando con una chica japonesa con la que hayáis alcanzado ese grado de confianza que permite hablar de lencería e inocentes perversiones, no dudéis en preguntarle si ella es de las que usan ichigo pantsu o kuma pantsu. Eso ayudará a mantener viva la conversación, a la vez que os hará aparecer ante sus ojos como los pícaros bribonzuelos que sois.
A partir de ahí, la dirección de la conversación es responsabilidad vuestra. Pero si triunfáis, no olvidéis que fue aquí donde aprendisteis el truco, así que enviadme una cerveza como agradecimiento.
(Nota: las chicas también podéis usar esto, dándole la vuelta a la pregunta y preguntándole al chico cuál de los dos tipos de bragas prefiere. Acepto también cervezas de chicas).


¿Lo veis? ¿Veis lo que puede albergar una mente japonesa?: Tres perversiones sexuales en un solo dibujo. Si puedes ver cuatro, dímelo y luego ve al psicoanalista. La posible drogadicción de la niña (esos ojos...) es tema aparte.

Y yo sé que ahora estáis deseando salir ahí afuera para comprobar todo esto de las fresas y los osos. Pero permitidme contar una anécdota más: se trata de una noticia que vi en la tele a los pocos meses de llegar a Japón.
Resulta que en no sé qué prefectura, la policía arrestó a un tipo acusado de robar bragas de los tendederos. El individuo llevaba sustrayendo bragas desde hacía un montón de años, y había acumulado una envidiable colección de unas 5000 (¡cinco mil!) prendas, que había ido guardando en cajas.
Por supuesto, la noticia estaba ilustrada con imágenes de la zona en las que el ladrón cometía los robos. Pero además, el periodísta quería demostrar lo concienzudamente que había cubierto el reportaje, por lo que no se olvidó de filmar una gran mesa de la comisaría donde, como se hace con cualquier otro artículo robado que se recupera, la policía se había encargado de exponer, primorosamente ordenadas y metidas individualmente en bolsas de plástico, cada una de las bragas.
La noticia terminaba con un zoom enfocando en primer plano una de las bragas. Una ichigo pantsu.

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13 Comments:

At 3:01 a. m., Anonymous Anónimo said...

Cuando he leído 'bragas' he pensado "bueno, este quizás paso de leerlo" (creo que tiene algo que ver con la heterosexualidad).

Pero estás de suerte, porque he seguido leyendo y puedo añadir más información: lo de las máquinas expendedoras de bragas usadas es real (al menos hace unos años). Yo pensaba que era una leyenda urbana, pero me lo confirmó una nativa. De hecho dieron un reportaje en la televisión donde aparecían cuarentonas probándose la ropa interior (sí, tu imagen vomitiba estaba en lo cierto!); después ponían fotos de adolescentes, y negocio cerrado.

 
At 12:19 a. m., Blogger Robo said...

Aunque soy un hombre de pelo en pecho y muy macho en más de una ocasión me he visto tentado por comprar unas bragas para usarlas como cebo...

Pero tengo el inconveniente de vivir en un 7º piso... aunque sería la mar de interesante comprobar que te han robado unas bragas desde un 7º

Estoy por hacer el experimento en varios pisos para medir el grado de perversion de los japos xDD

 
At 11:28 p. m., Blogger Don Guri said...

Buyafriend: Ey, gracias por el dato! Me alegro de no haber visto el reportaje, porque una cosa es imaginarselo, y otra comprobarlo. Beeeg!
>Cuando he leído 'bragas' he pensado "este quizás paso de leerlo"
En lo posible, siempre intento escribir los posts para que puedan disfrutarlo el mayor numero de
sexos posibles (^-^)

Robo: "como cebo" y "me lo conto un amigo", las dos excusas mas usadas del mundo (un momento! Que yo he usado la segunda en este mismo post!).
Interesante ese experimento, jaja! Seguro que habria alguno que picaria.

 
At 2:03 a. m., Blogger Gato said...

Que sepas que te van a entrar a saco en el blog. San google los va a mandar aquí por buscar robar bragas...

 
At 10:34 p. m., Blogger Charles X said...

Tanto dilema con el tema de las bragas, cuando todo el mundo sabe que es por coleccionar los dibujitos
¬¬U no?
Cierto es que Happosai es bastante superior en cuanto a perversión relacionada con las braguitas, pero Chicho con sus bocatas de chorizo y demás me tenía enganchado de pequeño.

Pd:Maldita sea, no llego a la 4º perversión del dibujo...

 
At 12:20 a. m., Blogger Don Guri said...

Gato: Pues tambien es verdad; no lo habia pensado. Si con el post del moho me entro gente buscando como combatir el moho... Deberia haber dado algun cosajo sobre como robar bragas. Claro que yo no tengo experiencia en eso, pero un amigo de un amigo, ejem...


Charles X: Ondia! Happosai! Lo habia olvidado! Jo,la proxima vez recuerdamelo antes de que escriba el post, ok?
PD-La 4a perversion es nivel avanzado, jejeje.

 
At 9:25 p. m., Blogger Unknown said...

Lo digo porque es uno de mis top ten. Se conoce que hay mucha gente interesada en el noble arte. Pero yo tampoco explico cómo hacerlo...

 
At 6:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Cómo se nota que eres un gran maestro: precisamente la tercera razón que encabeza este post tuyo es la aplicación práctica de lo explicado en el post anterior.

Pero como todo el mundo sabe, la tercera razón ("es mentira") es evidentemente la tercera razón más utilizada detrás de "me lo contó un amigo" y "como cebo" para correr una cortina de humo sobre las propias acciones.

Y en eso de encaramarse a los balcones para robar bragas, recuerda que en Japón es mucho más fácil subirse a un primero que por ejemplo aquí en España.

Saludetes majete.

 
At 1:12 a. m., Blogger Don Guri said...

Francis: me has pillado, nada escapa a tu mirada penetrante ;)

 
At 7:10 p. m., Anonymous Anónimo said...

Menuda soplapollez. Yo robo bragas y estoy tan agustito. Además, las mujeres tienen miles de bragas, no echarán de menos una que le roben.

 
At 11:24 p. m., Blogger Don Guri said...

XD
A ver si repartes XD

 
At 8:24 a. m., Anonymous Anónimo said...

Yo he estado ya tres veces en Akihabara (por quien no lo sepa, el mejor sitio de Tokyo) ;) y las famosas máquinas de "bragas usadas" no las he visto por ninguna parte.

Eso si, en algunas tiendas de comics y figuritas manga, hay una especie de "colgadores" (como los "colgadores" de las pilas que hay en los supermercados españoles) con bolsitas de plástico transparente, que contienen unas braguitas muy monas con una foto de una "adolescente".

Cuando las vi pensé... "por fin! no es una leyenda urbana!" y como buen fetichista que soy, compré un par de bolsas. Cuestan 15.00 Yenes (unas 1500 ptas, o sea 9€), hay varios números, las bragas son bastante pequeñas (más bien de la cintura de una niña de unos 10 años) por lo que es imposible que se las meta una "cuarentona con arrugas" tal como dices en tu artículo.

La foto, resulta que no era una sinó varias fotos. La que se veía por fuera, era una "adolescente" preciosa y sonriendo (yo diria que de 18 "años japoneses") con su uniforme de colegio pijo de super alta sociedad. En las fotos de dentro estaba desnuda, y haciendoselo con alguien (obviamente, todo con sus cuadraditos de censura genital que tanto gusta a los japoneses).

Las bragas son muy bonitas, todas lila y tienen una especie de marca "ovoide" que parece como si una chica se las hubiese puesto y se hubiese meado encima.

Aunque el olor, a pesar que huele a orina, es rara. Se que les parecerá extraño, pero tengo un olfato muy sensible y puedo saber cosas de las personas por la olor de su orina, y la olor que hacen estas bragas es... a orina de hombre.

Me comentaron unos japoneses que algunas adolescentes venden sus bragas usadas por unos 50.00 yenes (o sea 5000 ptas, 30 €) pero esto no lo he comprobado personalmente.

Y esto es todo. Saludos. :)

 
At 11:48 p. m., Blogger Don Guri said...

Gracias por tu testimonio de primera mano, Anonimo.

Si es que, lo que no se encuentre en Akiba...

Las maquinas expendedoras quizas sean cosa del pasado, como las que vendian revistas porno. Nunca he visto ninguna de las dos, pero al menos las de revistas diversos japoneses me han confirmado que antiguamente existian.

Lo que haria falta es un sitio donde compraran calzoncillos de hombres usados. Jo, que no me iba a forrar.

 

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