domingo, noviembre 23, 2008

Lovestory

El otro día estaba bebiendo con Tanaka, un colega majo al que cuando va por la tercera copa normalmente le entra la vena intimista y entonces, para ser sinceros, resulta un poco pesado. Esta vez, le dio por preguntarme:
- Don, querido tomodachi, ¿alguna vez te han robado el corazón?



Supe que el alcohol ya le estaba afectando porque cuando está lúcido no me llama “tomodachi” (que significa “amigo” en japonés), sino “kaburon”, palabra que no he encontrado en el diccionario pero sin duda significará algo de un vínculo hermoso y profundo entre seres humanos.
- Sí, una vez –le contesté. - Pero puse una denuncia y la policía me lo recuperó al día siguiente.
- Es esa chica, ¿sabes? –continuó él–. Se llama Yoshie. Una chica de la oficina, que me trae loco. No sé por qué, porque realmente ni siquiera es mi tipo. Pero no paro de pensar en ella: cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando me hago una...
- Sí, ya, ya entiendo. No hace falta que seas tan gráfico. ¿Has probado ya a invitarla a salir o algo?
- Me gustaría. Pero hay varios problemas.
- ¿Como cuáles?
- Para empezar, está casada.
- Eso no te detuvo aquella vez que quisiste enrollarte con aquella tal Tomoko. La que su marido te dejó ese brazo izquierdo lisiado.
- También, es que cuando paso por su lado me pone la zancadilla.
- Mmm... Eso podría ser un indicio de cierta reticencia por su parte.
- Lo peor es cuando miro su escritorio.
- ¿Porque tiene una foto de su marido y sientes punzadas de celos en el corazón?
- No, porque tiene un muñeco vudú de mí y siento punzadas de los alfileres que tiene clavados en los ojos.


El camarero se acercó, viendo que habíamos terminado nuestras bebidas. Pedí un tequila sunrise para mí, y para Tanaka pedí un cóctel de vodka, whisky y un chorrito de alcohol etílico. Cuanto antes petara, menos rollo tendría que aguantar.

- Siempre te fijas en mujeres difíciles, Tanaka. Según Freud, eso significa que te tienes en baja estima. Prefieres que te rechacen para no afrontar la responsabilidad de llevar adelante una relación, cuyo eventual fracaso podría dañar tu ego - le dije.

Por supuesto, no tengo ni zorra idea de las teorías freudianas. Pero Tanaka tampoco se iba a dar cuenta.

- Sin duda, procede de una inseguridad en tu pene –añadí. Por lo que sé, para Freud todos los problemas tenían relación con el pene. Incluso las mujeres sufrían de envidia del pene. Hablando de penes, ¿os habéis preguntado alguna vez si hay alguna relación entre “pene” y “penetrar”? A mí se me acaba de ocurrir ahora. Pero bueno, sigo con la historia, que me desvío...

- Don, eso lo dices tú que rebosas seguridad en ti mismo porque puedes tener a la tía que quieras. Para los demás no es tan fácil. Por ejemplo, aún me acuerdo de cuando me contaste aquella orgía que tuviste con más de 100 mujeres, coronada con una sesión sadomaso con una maciza vestida de agente de la ley.
- Sí, bueno... Ya que mañana no te vas a acordar, puedo confesarte que en realidad eso fue una interpretación creativa de una vez que me metí borracho en el vagón de tren exclusivo para mujeres y una policía me sacó a patadas y me golpeó con la porra. Qué quieres que te diga. Ventajas de ser el autor del blog y poder escribir las fantasmadas que me dé la gana.


Si ahora yo juro que esta foto es auténtica podríais no creerme, pero siempre quedará alguna duda... ¿Cómo? ¿Que no? Cachislamar... Cinco minutos de mi tiempo perdidos con el trucaje.

Tanaka se quedó mirando al vacío durante unos instantes. Pensé que el cóctel ya le habría hecho efecto y se caería redondo allí mismo. O lo mismo iba a ir al servicio. Cualquiera de las dos cosas me daría la oportunidad de huir.
Fallé en mi predicción. Tanaka continuó:
- ¿Qué hago, Don? ¿Cómo puedo quitármela de la cabeza? ¡Además, todos los días tengo que verla en el trabajo!
- Mira, Tanaka, es fácil. En España tenemos un refrán que dice “la mancha de mora, con otra mora verde se quita”.
- ¿Eso significa que debo fijarme en otra chica?
- No. Eso significa que debes zamparte lo menos kilo y medio de moras verdes. Te aseguro que dejarás de pensar en mujeres por una temporada.
- No sé, Don. Creo que no me tomas en serio.
- Si lo prefieres, preséntamela y yo hablo con ella para que acepte una cita contigo.
- ¿Presentártela a ti? ¡Ni hablar! ¡Tú lo que quieres es ligártela!
- ¡Me ofendes! ¿Crees que le haría eso a un amigo?
- Te recuerdo que yo estaba felizmente casado, hasta que para robarme a mi mujer le enseñaste ese montaje de Photoshop de mí y el mandril patizambo.
- Pero hombre, aquello fue una bromilla sin importancia por el Día de los Inocentes.
- Ya... ¡en julio!
- En mi religión, el 17 de julio es el Día de los Inocentes.
- Pues yo no aguanto más. Voy a cometer una locura.
- Antes de eso, ¿podrías pagar la cuenta de lo que llevas bebido? Y de camino, mi cuenta. Total...
- No, no. Me refiero a que voy a declararme directamente en la oficina. ¡Que se entere ella y que se entere todo el mundo!



Con la borrachera, Tanaka estaba se estaba poniendo progresivamente excitado, e iba levantando la voz cada vez más. Intenté acabar la conversación.
- ¿Y para llegar a esa conclusión me has dado la murga media hora? La próxima vez que quiera ir a beber saldré con el mandril patizambo –le dije, para darle a entender sutilmente que no me interesaba su charla.
- ¡¡No hay que avergonzarse del amor!! – siguió gritando. Ya todos nos miraban.- ¡¡¡Deberíamos ser libres de expresar nuestros sentimientos a los demás!!!
- Sí. La mitad de la población acabaría en la cárcel, pero mientras tanto sería un mundo bastante divertido, eso te lo admito. Ahora vámo...
- ¡¡¡Yoshieee!!! ¡¡¡Te quiero!!!

Y aquí es cuando la historia toma un giro inverosímil pero que yo juro que es cierta, y que la palme Buda si miento. Ah, espera, que ya murió hace la tira de tiempo. Bueno, da igual. El caso es que de dos mesas más para allá de donde estábamos se levantó una mujer: bien peinada, bien vestida, con unos bonitos ojos abiertos de par en par por la sorpresa.
- ¿¡Tanaka!?
- ¿Yo... Yoshie? ¿Qué haces...? ¿Como tú por aquí?
- Estoy bebiendo con una amiga. He roto con mi marido.
- ¿Eh? Ah...
- Tanaka... ¿Es verdad lo que has dicho? ¿De verdad me quieres?
- Sí, yo... Esto... Pero el muñeco vudú...
- ¿El muñeco?... Ese no eres tú, ¡es del jefe de la oficina!
- ¿Y lo de hacerme la zancadilla?
- ¡Pero si fuiste tú mismo, que tropezaste por andar mirándome el escote!
- Yoshie...

Y Tanaka y Yoshie se fueron juntos del bar y se perdieron en la noche. Ni siquiera pagó su cuenta, el muy traidor. A la amiga de Yoshie, que por cierto estaba muy pero que muy bien, también la habían dejado plantada. Así que como de lo perdido saca lo que puedas, me senté en su mesa.
- Hola - la saludé.- Parece que nos hemos quedado solos. Me llamo Don Guri.
- Yo soy Kanako.
- ¿Sabes? Entre otras cosas, soy escritor – técnicamente es cierto, digo yo.- ¿Y tú? ¿A qué te dedicas?
- Pueees... Soy policía, de la seguridad en las líneas de tren. Por cierto, ¿no nos hemos visto antes?

Etiquetas:

10 Comments:

At 10:55 p. m., Blogger Robo said...

El mundo es un pañuelo eh.

No sé, la historia hubiera colado perfectamente si no fuera por un detalle.
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Los japoneses no tienen vida social. No me creo que estuvieras en un bar tomándote una birra con un japo como si tal cosa. Qué exagerado que eres Don...

 
At 1:45 a. m., Blogger Charles X said...

Una historia de esas para contar a horas en la que la caraja (la buena, la que te hace reír hasta llorar y que te duela la mandibula -no de masticar kikos precisamente-) te afecte de manera importante, para demostrar a los amigos, que eres sensible en tu interior, pero muy en el fondo.
Por cierto,¿es cierto eso de que no tienen vida social? Se que no existen las tapas y demas, pero... ¿la gente de verdad que no se toman unas bravas con una cola freshquisima?

 
At 11:22 a. m., Blogger Robo said...

¿Qué dices hombre? ¿¡Unas bravas!?
¿¡Cómo van a perder el tiempo tomando unas bravas si tienen que aparentar que trabajan 36 horas al día!?

Es que la gente dice por aquí cada cosa que...

 
At 4:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Y me has hecho tragarme toda esta historia para al final no poder enrollarte con la amiga de la novia de Tanaka? Siendo el escritor técnico del blog, ya podías haberle dado un giro más morboso a ese final. Espero que por lo menos me pagues las copas...

^_^

Me alegra ver que sacas tiempo para un post tan largo y currado.

 
At 12:46 a. m., Blogger Don Guri said...

Robo: Bueeeeno... Lo que pasa es que, realmente, Tanaka no es 100% nipón. Hay rumores de que una tía-abuela suya era prima de la vecina de un portero cuyo padre era extranjero de allá tirando pa Huelva, dicen.

CharlesX: Los japos han inventado una forma de divertirse única: después de currar todo el día y echar unas horillas extras, se van a beber con los compañeros de la oficina con los que han estado todo el día y además se llevan al jefe. Cómo lo vio.

Francis: Ey, que técnicamente yo no he contado cómo acabó la noche. Quién sabe, quién sabe ;)
PD.- Sí que me quedó largo el post. No quieras saber de dónde he sacado el tiempo...

 
At 8:36 a. m., Blogger Nox said...

Jajajaja muy buena historia Don Guri, Oye me pierdo un tiempo y que es lo que veo has trabajado duro durante este tiempo ya llevas muchos spots, es bueno ver eso.

Fantastico sigues siendo el mejor
=D.

 
At 3:08 p. m., Blogger Don Guri said...

¡Hola, Nox! Ya se te echaba de menos. Habrás visto que por fin actualicé los links y he incluido el tuyo. Si te montas otro blog avísame y lo actualizo, ¿ok?

 
At 6:00 a. m., Blogger Nox said...

Por lo regular no acostumbro escribir dos veces seguidas(Me da pereza) pero es para agradecerte por el link Don Guri, Muchas Gracias, y por lo de otro blog con trabajos puedo mantener el que tengo XD.

Esperare pronto tu siguiente spot =D.

 
At 6:25 a. m., Blogger Gato said...

Pero dí, hiciste pagar la cuenta a la amiga de Yoshie, ¿verdad?

 
At 12:57 a. m., Blogger Don Guri said...

Pero bueno, ¿me has tomado por el encantador caradura sin escrúpulos que soy? ;)

 

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