domingo, mayo 20, 2007

Entrevistando a Don Guri (3)

(Sí. La entrevista que debería haber terminado en enero, aún continua...)

Gustav: En esta parte de la entrevista vamos a cambiar de tercio. Son varias también las preguntas relacionadas con el sexo femenino. ¿Qué pasa con las mujeres? ¿Cómo son las japonesas reales? ¿Se parecen a una geisha, o más bien tiran a luchadoras de sumo?
Don Guri: Hombre, hay de todo. En general son delgaditas, sí.

Escribí lo de la luchadora de sumo en broma, pero averiguando, averiguando, resulta que existe también el sumo femenino. Cada día se aprende algo nuevo...

G: ¿Es verdad que presentan cierta... ejem... “insuficiencia” de busto?

DG: Bueeeeeno, eso no es del todo cierto. También hay chicas con pecho grande. Pero suele ser difícil pillarse a una.

G: Porque hay pocas, claro.

DG: Yo iba a decir que porque son más caras, pero eso también vale.

Sin comentarios (en serio, no se me ocurre nada)

G: Algunos lectores están interesados en que les presentes a algunas amigas de tu churri.

DG: Por mí, encantado. Pero mi churri no me las quiere presentar a mí. Dice que estima demasiado a sus amigas para hacerles esa faena. Tengo que pensar detenidamente si eso significa algo bueno o malo.

G: Hablando de tu churri, el público en general no comprende bien vuestra relación. Te metes con su pecho, deseas a otras mujeres en su cara, renuncias a esforzarte, te relacionas con gente rara, mientes a tus amigos y te tiras el moco, cometes infidelidades cuánticas, tienes sueños sospechosos... ¿Cómo es que te aguanta?

DG: Pues siempre he dudado si es por mi irresistible carisma, o por mi aún más irresistible boina. Aunque tú verás que va a ser por el carisma de mi boina. Poniéndonos más psicoanalíticos, hay quienes dirían que la nuestra es una relación marcada por la pasión. Yo tengo mucha pasión que dar, y a ella le apasiona vapulearme.

G: De todas formas, tendrás que reconocer que no eres precisamente un ejemplo para los niños...

DG: Realmente, de eso tuvieron la culpa las artes marciales.

G: ¿¿¿Las artes marciales???

DG: Cuando era niño se puso muy de moda practicar judo, kárate y esas cosas. Me hablaron de un maestro de artes marciales inmortal y pensé “’¡Uao, inmortal! Ese sí que tiene que ser un buen maestro”. Y sin pensármelo dos veces, comencé el aprendizaje bajo su tutela. Absorbí todas sus enseñanzas, me empapé de su filosofía y dominé sus técnicas. Y así me convertí en el hombre que soy.

G: Pues no veo la relación. Las artes marciales suelen hacerlo a uno mejor persona...

DG: Sí. Lo que pasa es que escuché mal. No era un maestro inmortal... sino inmoral. Cuando me di cuenta, ya era cinturón negro. Pensé en cambiar, pero una de las lecciones de mi maestro es que requiere menos esfuerzo quedarse como uno es, así que no me queda más remedio que seguir regodeándome en mi moral difusa.


Oriente contra Occidente. Japón contra EEUU. Artes Marciales contra el Puñetazo Limpio. El teriyaki contra la hamburguesa.

G: Entonces, cuando no estás trabajando, ni escribiendo el blog, ni siendo denunciado por acoso, ¿qué haces? ¿Tienes algún pasatiempo?

DG: Huy, muchos. Los suficientes como para no poder dedicarme bien a ninguno de ellos. Lo del dibujo ya lo sabéis. Y como comenté dos o tres posts más pabajo, últimamente me ha dado un poco por la fotografía.

G: Ya... Ya me imagino lo que te interesa fotografiar.

DG: ¡Eeeh! Que conste que no soy yo el que está diciendo que si alguna chica quiere hacerme de modelo, que encantado y que seguro que será muy interesante y podrá tener unas fotografías de calidad muy personales y tal (guiño al público, guiño al público).

G: ¿Que no eres tú el que...? Jo, ¿seguro que no estudiaste Lengua con Goebbels? En fin, siguiendo con las aficiones, ¿te gusta la música japonesa?

DG: No mucho, la verdad. Además, me parece que no está mucho por internet, y por tanto si yo fuera uno de esos tipos que sólo escuchan la música que se bajan de internet, entonces no podría escucharla (obsérvese lo hábilmente que uso una oración condicional).

G: ¿Y qué tal la televisión?

DG: Es una cosa así como una ristra de anuncios entre los que en ocasiones meten cachos de programas a cual más tonto, pero que incomprensiblemente tienen un extraño poder hipnótico que engancha. Debe de ser algo subliminal. Quizás, un fotograma de una cerveza cada 20 segundos o así. Pero realmente, y como diría Proto, en general es una mierda. Afortunadamente, vivimos en la era del DVD y la banda ancha
(^^) b

El Takeshi Kitano de presentador en un programa de hechos médicos contados para acojonar al personal (¡en serio!) y una tía con cara de circunstancia.

(Finalizará en la próxima entrega...)

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7 Comments:

At 7:41 a. m., Blogger Nox said...

Don Guri!!! ¿¿como que no se te ocurre nada que poner en la foto de la chica??, de perdida su nombre para luego buscarla en internet... ah espera, si creo que la foto tiene la dirección de donde se encuentra, ya problema resuelto.

Pense que ya no iba a haber mas entrevistas, pero que bien que si, de esa manera podemos conocer mas de ti y de lo que piensas. Felicitas a Gustav de mi parte por su ardua labor y que aun no te deja en paz y sigue preguntandote cosas =D.

 
At 6:24 p. m., Blogger Jezabel said...

Yo tengo una pregunta, ahora que mientas a Takeshi: ¿Qué es lo que saben los japos de lo que pensamos nosotros de Humor Amarillo? ¿Comprenden las verdaderas repercusiones de una masa de orientales siendo vapuledada para el regocijo de nuestros telespectadores?
Imagínate que fuera a la inversa. Que descubrieras que el programa estrella español en Japón es... yo que sé, Cine de Barrio, o el Grand Prix. Yo me sentiría rara. No sé,como sucia.

 
At 4:38 a. m., Blogger Gato said...

Don Guri está maldito y seguro que siempre tendrá una novia con poco pecho y que le pega. Aunque no era necesario irse a Japón para éso.

 
At 4:18 a. m., Anonymous Anónimo said...

Vaya,vaya, así que tu éxito con las churris (al menos con la tuya) reside en el carisma de tu boina ¿eh? pues será una habilidad recién adquirida, porque de toda la vida tu método para ligar ha sido un pañuelo y cloroformo.
¿Qué cómo me atrevo a hacer pública semejante revelación, manchando el buen nombre del idolatrado Don Guri? Seguid leyendo amigos navegantes.
Por complejos avatares del destino decidí el pasado mes de abril pasar unas vacaciones en Japón. Siempre había querido conocerlo y por eso lo elegí. Bueno, basicamente también por que no tiene tratado de extradición con España,pero dado el montón de negativas anécdotas que padecí, no creo que vuelva. Para ser justos, puede que tuviera algo que ver mi decisión de comprar una guía de Japón en un rastrillo de gitanos en la que todavía se le llamaba al pais Zipango. Muy al día no estaba, pero era barata. Y lo pagué caro. Empezando por el taxi del aeropuerto a Edo, digo Tokio. Con lo que me cobró, en otro pais menos desarrollado podría haberme comprado esposa, cabaña y unos cuantos camellos. Con el presupuesto sensiblemente mermado busque un Ryokan en las afueras, según mi guía muy económico. El taxi me dejó en la puerta y comprobé pasmado que la posada se caía a pedazos. Parecía haberse estrellado allí desde Hiroshima empujada por la onda expansiva de la bomba. También me fije en que el edificio estaba rodeado por un frondoso y descuidado jardín que no desentonaría nada a la orilla del Amazonas.
"Ahí dentro seguro que todavía hay japoneses que no saben que la guerra ha terminado"- pensé con cierta inquietud mientras me encaminaba hacia la entrada. Al acercarme me inundó la nariz el delicioso olor del yakitori que escapaba por una ventana lateral, en la que supuse que estaría la cocina. Para los no iniciados aclararé que son brochetas de pollo asadas. Ya dentro me recibió un sonriente anciano vestido con un yukata. "Ira shaimase", me repetía sin cesar, al tiempo que acompañaba sus palabras con varias reverencias y sus correspondientes crujidos. El tio me pareció tan viejo como para que de pequeño hubiese jugado a cazar trilobites.
"¿Cuanto cuesta una habitación? -le pregunté en inglés.
"Dos mil yenes, pero tiene que hacerse usted la cama", me respondió también en inglés que al parecer aprendió (deduje yo)de los primeros ingleses que llegaron al Japón a finales del shogunato Tokugawa.
¿"Se refiere a estirar y recoger el futón sobre el tatami"?, volví a preguntar mientras mi mente por su cuenta calculaba que dos mil yenes eran unos 13 euros. ¡Qué chollo!
"No, es cama occidental. No hay tatami"
"¿Cómo es que en un ryokan no hay tatami?, pregunté asombrado.
"Lo siento mucho, se lo comieron las termitas"
"¿Hay termitas?", volví a preguntar inquieto.
"Oh no, se las comieron las cucarachas"
"Entonces...¿Hay cucarachas?"
"No,no. Se las comieron las ratas"
"No me diga que...
"No se preocupe, se las comieron los gatos", me aclaró.
"Menos mal. ¿Y donde están los gatos? Porque no he visto ninguno.
El anciano forzó una pequeña sonrisa y derepente el olor de la cocina ya no me pareció tan delicioso. Por si acaso comería fuera.
"Está bien, me quedo. No me importa hacerme la cama- dije con tono de cansancio.
"Bien- me dijo el anciano mientras se agachaba tras el mostrador de recepción y ponía sobre éste maderas, clavos y un martillo.
En los siguientes días me ocurrieron muchas anecdotas que no viene al caso, excepto la de un día muy especial que nunca podré olvidar si la psiquiatría no me ayuda. Dejaré ese episodio para mi siguiente y última intervención que será en la despedida de este blog y que recomiendo que no os perdáis pues contaré el subrealista encuentro que tuve con nuestro anfitrión en un restaurante de Tokio. Si amigos mios, tuve el honor de compartir mesa y mantel con el autentico Don Guri. No creo que se atreva a negarlo. Así que si queréis saber quien se esconde tras su seudónimo, como es, como razona (es un decir), no os perdáis los comentarios que cerraran este blog alla por julio. Desgraciadamente al regresar a España unos señores nada simpáticos se empeñaron en que les acompañara y me temo que durante dos meses y un día no podré intervenir en este blog.

 
At 8:12 p. m., Blogger Don Guri said...

Nox: Pues ahora que lo dices, tienes razón, no me había dado cuenta. Ahora, si sólo tuviera la dirección real, la de donde vive...

Jezabel: Oye, nunca se me había ocurrido ver el programa desde esa perspectiva ("una masa de orientales siendo vapuleada para regocijo de los telespectadores"). Así, el programa gana en interés (^^)
Afortunadamente, no creo que estén muy al tanto. O al menos, creo que el título en japonés no es una traducción directa de "Humor Amarillo", y por eso no se enteran cuando lo pregunto.

Gato: Si conoces a algún buen exorcista (que no sea Chan)... Lo del pecho pase, pero no gano para tiritas y mercromina.

El Cuarto Angel: A ti te quería yo pillar, bribón. ¿Así que piensas dejarnos sin tus divertidas anécdotas y sin conocer el final de tu relación con Belén Esteban? Pues que sepas que eso está muy mal y posiblemente arderás en el INFIENNO infennal.
De todas formas, yo que tú me lo replantearía, porque comentando en este blog podrías llegar a ser mundialmente conocido. Por ejemplo, si de repente todas las páginas web del mundo se vinieran abajo y sólo quedara este blog y todos los internautas tuvieran que leerlo por huevos u cojones.

>>"manchando el buen nombre del idolatrado Don Guri"

¿"Buen nombre"? Hmmm... Creo que he estado haciendo algo mal.

 
At 7:17 p. m., Blogger GUANDARRRR said...

A mi hay una duda que me escuece y me escama el alma...
¿Qué es preferible... una chica con poco pecho pero natural y graciosillo, o una operada??
Y no... si yo no pregunto por nada en particular... si yo estoy contentísima con mis partes anatómicas... :p.

 
At 11:28 p. m., Blogger Don Guri said...

Uy. Yo eso siempre lo he tenido claro: natural, independientemente del taman~o (^^)

 

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