miércoles, agosto 27, 2008

Legado

Desde el último post, no me ha tocado la lotería... y mi vecina sigue siendo la misma maruja de siempre, así que cambiemos de tema y vamos a hacer un pequeño ejercicio:

En menos de tres segundos, completad la siguiente frase:
Tiene usted derecho a permanecer en silencio, todo...”

Uno.

Dos.

Tres.

Ya está.
Ahora, sustituiddiga” por “escriba en su blog”.
Acojona, ¿eh?


Incluso este inocente flan puede convertirse en un argumento fatal a ser utilizado en tu contra.

Sé que la mayoría de los que me leéis (y muchos de los insensatos que no me leen) tenéis vuestro propio blog. ¿De qué se escribe en un blog? Pues de todo. Algunos descubren su oculta personalidad antisocial, otros se limitan a comentar las películas que han visto, o de lo mono que es su perro cuando se caga en la puerta del vecino.
Pero a quien más, a quien menos, se le escapa alguna paranoia.

Porque... ¿Habéis pensado si os gustaría que el día de mañana vuestro hijo/a leyera lo que estáis escribiendo? ¿Habéis pensado en el trauma que le vais a ocasionar cuando en el colegio sus compañeros descubran que su padre era un bloguero conocido como “Frikiminga82” que escribía sobre “La noche en que me emborraché y práctique sexo no seguro con una tía chiquitaja y peluda que resultó ser el caniche de tía Abelinda”?
Y quien dice hijos, dice futuro (o presente) cónyuge. Imagínate felizmente casado, cuando, de repente, un día tu pareja descubre aquel blog que escribiste antes de conoceros, y lee la entrada sobre “Cómo seducir a una mujer usando alcohol, drogas y un ladrillo”.

Y no termina ahí la cosa. ¿Qué va a pasar en el futuro con toda esta información personal que está llenando internet?
Jefes, recursos humanos, selección de personal... Más de una prometedora carrera profesional se verá truncada por algún oscuro secreto revelado en un viejo blog.


“Yo estuve a punto de ser Presidente, pero el día antes de las elecciones descubrieron un antiguo blog mío en el que me mostraba partidario de ilegalizar las hamburguesas, sustituir a los jugadores de fútbol por comadrejas y permitir el consumo únicamente de cerveza con sabor a espinacas. Ahora tengo que mendigar, porque más triste es de robar”.

La gente se dice a sí misma frases tranquilizadoras:
Es que yo escribo bajo un pseudónimo”.
Ya... Cualquiera que esté mínimamente puesto en esto de internet, sabe que a la que se investigue suicídate un poco a un bloguero, es fácil averiguar hasta la fecha de su última limpieza de sarro.

Yo aviso de antemano que todos los contenidos de mi blog son ficción”.
Que te crees tú que la gente es tonta.

Bah. Pero es que cuendo quiera puedo dar de baja el blog y borrar sus contenidos”.
Esta es la realidad: en internet, información subida, información que es almacenada por alguien. Puede ser un friki en Valladolid o un ermitaño en una cabaña perdida en el corazón del Himalaya (con un peaso Wifi que te cagas, claro). Ten por seguro que todo lo que has posteado rula por algunos disco duros. Diablos, en You Tube hay colgados vídeos de antes de que se comercializara el vídeo doméstico. Así que no te quepa duda de que aquello que tanto hizo reír a tus amigos, y que titulaste “25 formas de hacerte una paja con un cacho pizza” (con sus correspondientes fotografías ilustrativas), volverá a ver la luz desde algún servidor cuando menos te lo esperes.


Y si como este colaborador anónimo e involuntario, encima has puesto tu foto en tu blog, ya no digamos.

Así pues, ¿qué hacer?
Lamentablemente, nada. Si has posteado aunque sea una entrada, ya es demasiado tarde para remediarlo. Tu futuro está seriamente comprometido y el mejor desenlace es fallecer antes de que alguien lo use contra ti.

De todas formas, doy algunas sugerencias para minimizar los daños:

- Escribe sólo contenidos inofensivos que no critiquen a nada ni a nadie y que no dejen en evidencia ningún aspecto de tu personalidad. Será un rollazo de blog y nadie lo leerá, pero estarás a salvo.
- Cuando tengas hijos, no les enseñes el idioma en que está escrito tu blog.
- Firma las entradas más polémicas con el nombre de un conocido que no te caiga bien. No podrás hacerte famoso, pero será él quien se coma todos los marrones.
- En lo que escribas, introduce mensajes subliminales hipnóticos que induzcan a quienes lo lean a suicidarse. Así, nadie que haya leído tu blog podrá echarte nada en cara. Esto tiene la desventaja de que perderás lectores a un ritmo que te cagas, claro.
- Vuélvete millonario. El problema del blog seguirá ahí, pero te la soplará lo que piensen los demás (que además estarán muy ocupados haciéndote la pelota).
- Retrocede en el tiempo al momento en que empezaste a escribir el blog y mátate a ti mismo. Si temes que esto te haga desaparecer de la existencia, retrocede más, a cuando Bill Gates vio por primera vez un ordenador, y mátalo a él. Antes de hacerlo, explícale por qué, verás qué risa, la cara que pone.
- Cuando quieras eliminar tu blog, no te limites a darlo de baja. Para asegurarte, borra TODO internet. ¿No sabes cómo hacerlo? Búscalo en Google; seguro que saldrá alguna manera.
- Si todo lo anterior falla, huye. Escapa de tu país y de tu continente y comienza una vida nueva como comerciante de camellos esquizofrénicos en el desierto de Gobi. Olvida tu existencia anterior y regala todas tus pertenencias y bienes materiales a alguien. A Don Guri, por ejemplo.

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domingo, agosto 17, 2008

Mi meme me mima

Mira tú que estaba yo tan tranquilo esforzándome en establecer un récord de Tiempo Sin Escribir en un Blog y de repente va Rebilated y me pasa este meme (que Odín le confunda y le bendiga con una numerosa descendencia).

Este premio/meme tiene sus reglas :
1. Poner el enlace de la persona que nos eligió.
2. Poner las reglas en el blog.
3. Compartir 6 cosas que no nos parezcan importantes y 6 que nos gusten a nosotros.
4. Elegir 6 personas al final.
5. Avisar a estas personas y dejar un comentario en su blog.

Yo creía que esto de los memes es como los accidentes de avión, que te toque la lotería o que al piso de al lado venga a vivir una supermodelo ninfómana: que siempre les pasa a otros.
Pero bueno, ya que me provocan, dejo de lado los doscientos (así redondeando) posts a medio escribir que tengo, y me lanzo a por este. Y para que no se diga, lo voy a contestar en serio y todo.

Servicio de Cultura General Inútil del Chorizonte: “Meme” también es el título de este álbum de la ultra-no-famosa cantante japonesa Rurutia.

Seis cosas que no me parecen importantes:
Podría poner fácilmente seis mil. Pero ya que me hacen elegir, aquí va el top.
1- Yo. El Universo se las apañó perfectamente miles de millones de años antes de que yo naciera, y se las apañará posiblemente infinitas veces más después de que muera. Ergo, no debo de ser muy importante en el esquema cósmico de las cosas. ¿Cómo? ¿Que este razonamiento también se te aplica a ti? Pues ya sabes...
2- Empeñarse en llevar la razón en cosas que, en el fondo, no nos afectan para nada.
3- Pifiarla al elegir un restaurante, una película o un sitio. Para pasarlo bien importa más con quién, no dónde.
4- El peso atómico del bismuto. Jamás tuvo ninguna influencia en mi vida, ni la tendrá (o eso espero, porque significaría que mi vida ha tomado un rumbo extraño).
5- Las reglas de protocolo. A nadie le gustan pero todos se sienten obligados a aceptarlas. Qué cosa tan absurda.
6- Las reglas 4 y 5 de este meme. Ejem... lo siento. No es exactamente que no me parezcan importantes, pero sobrepasan mis capacidades organizativas m(_ _)m

Independientemente de su número y peso atómicos, este cacho bismuto parece un ñordo.

Seis cosas que me gustan.
Por supuesto, como este blog está en un espacio público, me limito a aquellas cosas que entren dentro de la legalidad y/o no provoquen que turbas enfurecidas rodeen mi casa portando antorchas.
1- Lo que estáis pensando.
2- Las tormentas.
3- Conocer a gente interesante.
4- Quizás esto se entiende mejor si vives en Tokio: cuando entras en un tren lleno, cansado y hecho polvo, y a la siguiente parada se levanta de su asiento justo la persona que hay sentada delante de ti y te puedes sentar.
5- Los dibujos de los niños. Si tenéis alguna obra maestra de vuestra infacia y queréis, me la enviáis al correo y la publico en el blog. (Hmmm... esto me da una idea...)
6- El chorizo, coño.

Dibujo de un niño de 4 años sobre la Navidad.


Bueno, listos. Ahora, a esperar que también me pase lo de la vecina ninfómana (o que me toque la lotería).

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