sábado, marzo 29, 2008

Conociendo mejor a los japoneses

- ¡Pst! ¡Oye! ¿Quieres ver la punta de una cola?
- Mmm... Encuentro que, últimamente, por aquí se habla mucho de colas.
- No, hombre, no. Quiero decir una cola de las de esperar. Mira:

(Todas las fotos se amplían si les haces click. De nada)

- Bueno, es el final de una cola, sí. ¿Qué tiene de especial?
- Como pasaba mucha gente, era complicado coger un buen ángulo para hacer la foto. Pero voy a intentar mostrarte su longitud. A ver...


- ¡Hala! Es un rato larga. ¿Qué estarán esperando? Al final tiene que haber algo estupendo, sin duda.
- Este es el final:


- ¿Uh? ¿No hay nada?
- Es que hay que girar la esquina. Como ves, esta cola sirve para esperar...


- ¡Otra cola!
- ¿Ein?
- Vamos a verla más de cerca:


- No puedo creerlo. ¿De qué va esto?
- Se trata de una cafetería de donuts que hay en Shinjuku.
- Pues sí que hay hambre de donuts. Luego se quejarán de que los índices de obesidad suben. Me pregunto cuánto tiempo estarán esperando...
- Tus preguntas son órdenes. Precisamente son tan considerados de poner un cartel con el tiempo estimado de espera. Aquí nadie se lleva a engaño:


- ¿¡Una hora y media!? ¡Venga ya! ¡Eso lo has hecho tú con Photoshop!
- Me conoces y sabes que no: soy demasiado vago para ello.
- Qué barbaridad. En fin. Supongo que será una ocasión especial. No sé... El Dïa de San Donut o algo así, que te los regalan.
- Nop. Es un día como otro cualquiera. No hay ninguna oferta, ganga ni rebaja.
- Lo mismo la han inaugurado hace poco. La novedad...
- Lleva abierta casi año y medio y la cola se forma día tras día, con un tiempo de espera típico entre 40 minutos y hora y media.

Foto tomada un miércoles a media tarde. Una hora de espera.

- Entonces, deben de ser unos donus deliciosos. Me pregunto si debería comer yo uno.
- La mayoría de la gente que los ha comido dicen que no están mal, pero tampoco son para matarse.
- Ya. Pero es que, un donut recién hecho...
- Quita, quita. Los que lo toman en la cafetería son una mínima parte. Normalmente compran una o dos cajas que se llevan a casa para comerlos horas después y/o al día siguiente.
- Pues no lo entiendo. En fin. Se nota que hacía buen tiempo. En esas condiciones, tampoco es tan grave pasar el tiempo charlando tranquilamente con los amigos o con tu pareja en una cola.
- La cola lleva formándose absolutamente todos los días. Haga frío o haga calor. Nieve o llueva. Sople el viento o haga 40 grados.
- ¿Pueden ser gente desocupada? No sé... Estudiantes, parados, jubilados, amas de casa...
- Hay de todo. También oficinistas, empleados... Algunos van hasta con bebés. Solos o acompañados. Matan el tiempo hablando, leyendo, con un videojuego, mirando al vacío...

Un bebé con toda la vida por delante. Da igual que pierda hora y media.

- Entonces... ¿Quiere esto decir que la gente se tira más de una hora esperando de buen gusto para gastarse el dinero en una rosquilla con azúcar? ¡Es inaudito! ¡Esto debe de ser un fenómeno parapsicológico! ¡Esa cafetería ejerce un influjo maligno!
- Psíiii... Es cierto que esta cafetería es un caso un poco especial. Pero en Japón no es raro aguardar hasta media hora o por ahí cuando quieres entrar en un restaurante o cafetería y está lleno. Habitualmente, los restaurantes tienen unas sillas en el exterior para la gente que quiere esperar. Llegas, te apuntas en una lista y... hasta que te toque.

En el fondo, lo de las sillas es incluso humanitario, comparado con lo de los donuts esos.


- ¡Qué horror! Yo creía que era en España, donde siempre tienes que esperar en los bancos, en Correos, en las comisarías...
- En Japón, esos servicios funcionan como la seda. La gente espera en los restaurantes porque quiere esperar.
- Pero... pero... ¡No lo entiendo! ¿No se supone que la japonesa es una de las sociedades donde la gente trabaja más, tiene más estrés y tiene menos tiempo libre del mundo?
- Toma, pues claro. Es lógico: ¿Cómo no van a tener poco tiempo libre, si se pasan media vida haciendo cola?

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domingo, marzo 16, 2008

Tamaños e idiosincrasias

El sábado estaba hablando con una chica japonesa y de repente va y me dice, en perfecto español:

-¡Oh! ¡Qué pene!

Como soy humilde, fui a contestarle: “bueeeno, uno, en su modestia...”
Pero en seguida me percaté de que había algo raro. ¡Si ni siquiera me había quitado los pantalones! Y tampoco es como para que cause estupor a través de los vaqueros. Así que sólo había una explicación posible: ¡Esta tía era Super-Girl y estaba usando su visión de rayos-X! Hummm...
Eso de la super-visión queda muy bien en los comics, pero en la vida real te puede dar un cáncer que te cagas. Era mi vida contra su lujuria. No me quedaba más remedio que acabar con ella usando la daga de kriptonita que siempre llevo encima para casos como este.

Una Supergirl y un chisme de kriptonita. Cualquier asociación freudiana es producto de vuestra mente, cacho hentais.

Ahora bien, esas dagas no son fáciles de conseguir. Ni mucho menos baratas. ¿Merecía realmente la pena? ¿Estaba absoluta, perfecta, totalmente seguro de que me estaba bombardeando el paquete con radiaciones?
Por si acaso, le pregunté:

- ¿Cómo dices?
- Que qué pene que hayas estado resfriado toda la semana.


¡Acabáramos! No se trataba de “pene” en perfecto español, sino de “pena” en imperfecto español. El tipo de errores que se producen de vez en cuando al hablar una lengua extranjera. Como la de aquella otra que me confesó, con una gran sonrisa, que había ido a una tienda de pollas (“¡Y qué buenas estaban!”, añadió).

De todas formas, el incidente me hizo reflexionar sobre la consabida pregunta de “¿el tamaño importa?”.

Pues tanto en el caso del hombre como en el de la mujer, yo creo que sí importa. La razón: si no importara, no se hablaría tanto de ello. Mira como nadie habla de, por ejemplo, el tamaño de los lóbulos de las orejas. ¿Por qué? Pues porque, dejando aparte malformaciones exageradas, a todo el mundo le da igual.

Aniceto tenía un lóbulo tan desarrollado que no sólo tocaba la guitarra, sino que lo hacía con la zurda, como Jimmy Hendrix.

Ahora bien, las cosas que realmente importan, estas tampoco las discute nadie. Es como si pregunto:

-¿El oxígeno es importante?

Aquí, todos de acuerdo. Siempre habrá algún pirado que diga: “Ey, pues yo prefiero respirar metano”. Pero esos lo hacen más por dar la nota que por otra cosa.

Por eso, en mi opinión la pregunta está mal planteada. ¿Que si importa? Pues...¿Para qué? Ahí está el quid de la cuestión. Eso nunca se aclara. Y por eso cada uno la interpreta como quiere y contesta lo que le da la gana y nunca jamás se llegará a un consenso.

Y aunque confieso que como a cualquier hijo de vecino me llamen la atención un buen par de pechos, también reconozco que en la práctica no me importa su tamaño. Más bien su número. En general prefiero números pares.

Cinco pechos. Mal rollo.

Pero en el fondo esto es cosa de la sociedad. Que nos empuja, nos malea, nos impone estereotipos y nosotros, como animales sociales que somos, pasamos por el aro.

...Excepto los que la tengan tan grande que no pasen por él.

Festival de Kanamara en Japón. A ver quién da la talla al terminar.

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sábado, marzo 08, 2008

Aprender japonés: Saludos climatológicos (2ª parte)

Hablábamos en el post anterior de la costumbre japonesa de continuar todo saludo (incluso escrito) con un comentario sobre el tiempo que hace.
Estas son algunas frases que cubren casi todas las situaciones:

Hace buen tiempo: Ii tenki desu ne (いい天気ですね)
Hace calor: Atsui desu ne (暑いですね)
Hace frío: Samui desu ne (寒いですね)
Llueve mucho: Yoku furimasu ne (よく降りますね)
Va refrescando: Suzushiku natte kimashita ne (涼しくなってきましたね)
Va haciendo buena temperatura: Atatakaku natte kimashita ne (暖かくなってきましたね)
Hace un viento de cagarse: Kaze ga tsuyoi desu ne (風が強いですね)

Recordad: primero saludo; después, frase del tiempo.

Al señor Tanaka se le olvidó comentar sobre el tiempo tras el saludo y se vio retado a un sangriento duelo samurai.

Por ejemplo, en una conversación:

- Buenos días
- Buenos días. Ya va haciendo frío, ¿verdad?
- Sí. Por cierto, ¿qué tal los niños?


En un mail:

Estimado Sr. Tanaka:
¿Cómo se encuentra?
Últimamente tenemos buen tiempo. Desde que empezó marzo, la temperatura sube día a día.
Bueno, le escribo por el asunto del paquete certificado que me remitió hace una semana...


Hablar en una carta del tiempo que hace (o sea, el que hacía cuando se escribió la carta) puede parecer algo gilipollas, pero es etiqueta de rigor.

No importa la situación ni el tema:

Estimado Yusuke:
¿Cómo estás?
Últimamente hace mucho calor. Se nota que estamos en verano, ¿eh?
A propósito, hablando de calor, ¿te acuerdas que te dije que el sábado se me estropeó el aire acondicionado? Bueno, pues no te puedes imaginar los hombros que tenía el técnico que vino a arreglarlo. Total, que una cosa llevó a la otra y te escribo para comunicarte que ya te puedes ir buscando a otra porque mi técnico y yo nos vamos a foll... a pasar una semana en el Caribe. Ahí te quedas, mingacorta.
Tomoko.


Por cierto, si os dicen una de las frases de arriba, a todas se contesta con:

Sou desu ne (そうですね)


- Tsunami desu ne
- Sou desu ne

Hasta aquí, los libros de texto.
Pero en el Chorizonte no nos conformamos con los tópicos manidos, no señor. Para algo se tiene que notar que perdemos el tiempo leyendo posts como este en vez de... no sé, aprender en serio de una vez inglés, por ejemplo.
Así que aquí van algunas frases que os permitirán tomar la iniciativa. Obviamente, también se pueden usar en español (ejem... declino toda responsabilidad en cuanto al japonés choricil):

Si hace mucho frío o mucho calor:
おじいちゃんによると昔は本当に寒かった/暑かったみたいだ。
Ojiichan ni yoru to, mukashi wa hontou ni samukatta / atsukatta mitai da.
Según mi abuelo, antes sí que hacía frío/calor de verdad.

Si hay un tifón:
これ、バタフライ現象でしょ。きっとボルネオのジャングルで性交をして暴れている糞蝶がいるんだよ。
Kore, bataafurai genshou desho. Boruneo no janguru de seikou o shite abareteiru kuso chou ga iru n da yo.
¡Esto tiene que ser el Efecto Mariposa! ¡Seguro que en las selvas de Borneo hay dos putas mariposas copulando como locas!

Si empieza a nevar:
氷河期の始まりじゃないといいけど。さっき冷蔵庫メーカーの株を買ったばっかりなのに。
Hyougaki no hajimari ja nai to ii kedo. Sakki reizouko meekaa no kabu o katta bakkari na no ni.
Espero que no sea el inicio de una era glacial. Acabo de comprar acciones de una empresa de frigoríficos.

Haga el tiempo que haga:
今年、ラニーニャ現象が特に著しいね。
Kotoshi, laninia genshou ga toku ni ichijirushii ne。
Este año, La Niña es especialmente fuerte, ¿verdad? (Pocos saben exactamente la influencia de La Niña en el clima, así que cuela en cualquier ocasión).

Si llueve:
酸性雨じゃないといいけど。いつも髪がメチャクチャになるから。
Sanseiu ja nai to ii kedo. Itsumo kami ga mechakucha ni naru kara.
Espero que no sea lluvia ácida. Me deja el pelo hecho un asco.

Si llueve mucho:
さっき、いろんな動物がつがいで港に向かっていたけど何かあるのかな。
Sakki, ironna doubutsu ga tsugai de minato ni mukatte ita kedo, nani ka aru no ka na.
Pues hace un rato he visto a una pareja de cada especie animal dirigirse al puerto. No sé si eso significará algo.

Si estáis hasta el gorro:
ったくこの天気は!
Ttaku kono tenki wa!
Qué tiempo de mierda.

Y finalmente, si estáis ante una tía buena:
この天気はね…ホテルに行って、俺の風速計でも見る?
Kono tenki wa ne... hoteru ni itte ore no fuusokukei de mo miru?
Este tiempo... ¿Cómo te diría? ¿Vamos a un hotel y te enseño mi anemómetro?


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sábado, marzo 01, 2008

Aprender japonés: Saludos climatológicos (1ª parte)

Ya he comentado en alguna ocasión que a los japoneses les encanta hablar del tiempo que hace. Nada les apasiona más, nada tiene preferencia:

- ¿Te has enterado? ¡Se ha conseguido clonar dinosaurios, y se ha descubierto que tenían poderes telepáticos, que fueron los autores de los misteriosos dibujos de Nasca, y que los mamíferos no somos más que el resultado de uno de sus experimentos genéticos en laboratorios!
- Bah. insignificancias. Lo interesante es que se acerca la primavera y el tiempo mejora día a día.
- Sí, eso es verdad.


Plano realizado por los dinosaurios para fabricar un primate.

Y cuidado si te relacionas mínimamente con un japonés. En cuanto te descuides te soltará la siguiente pregunta:

- ¿En tu país también hay cuatro estaciones?

Debo confesar que las primeras veces me quedaba descolocado.
¿Ein? ¿Cuántas se supone que tiene que haber? ¡No me digas que depende del país! Desde chiquito me inculcaron aquello de “primavera, verano, otoño e invierno”. Pero cualquiera se fía, porque también me enseñaron la patraña esa de los Reyes Magos, que al final resultaron ser SPOILER los padres FIN DEL SPOILER.

Bueno, lo único que se me ocurre es que lo que quieren decir es si las estaciones están bien diferenciadas como en Japón o tienden más a ser como en los trópicos. Aunque este pensamiento no es muy tranquilizador en cuanto a la cultura geográfica nipona se refiere.

Los japoneses basan buena parte de su cultura, arte y lenguaje en el contraste entre las cuatro estaciones. De hecho, en la poesía japonesa haiku es obligatorio hacer una referencia a una estación en tan sólo cuatro versos. Cada estación tiene sus propias fiestas y tópicos bien diferenciados. Tienen un calendario especial (distinto del astronómico) para las estaciones; y el día que se dejen de j-pop y descubran “Las Cuatro Estaciones” del Vivaldi seguro que se correrán de gusto.
Pero en fin. Yo vengo de un país donde muchos hombres prefieren el fútbol a las mujeres, la Liga es Dios y la Eurocopa su profeta, así que no me veo con mucha autoridad moral para criticarlos.

En la actualidad, cuando me hacen la preguntita ya tengo algunas respuestas preparadas de antemano. Una que funciona bien es:

- Qué va. Como todos saben, en España sólo hay tres. Aunque ahora, con lo del cambio climático, algunos años tenemos hasta cinco.

Esto les desconcierta. Además, lo divertido es que tienes libertad para inventarte la quinta estación como te dé la gana:

- La llamamos “porompompero”. Se caracteriza porque cae lluvia seca, cada domingo hay un eclipse de Sol y hasta tiene himno propio.





Esto es arte, y no la 9ª Sinfonía del Beethoven ese

De todas formas, no se puede menospreciar la importancia de hablar del tiempo al interactuar con los japoneses. De hecho, si cogemos cualquier libro de texto para aprender el idioma, nos aconsejarán que después del saludo de turno digamos alguna frase relacionada con la climatología. Y es verdad que se utilizan.

El Chorizonte, en su afán culturizador, os presenta algunas frases que seguro os serán de utilidad.
Pero os las presentará en el siguiente post, que si no se va a hacer muy largo.
¡Hasta pronto! ¡Vigilad el cielo!

Posdata: Para el que se haya quedado pillado con el vídeo de arriba, aquí va
otra versión. ¡¡¡Atentos a partir del minuto 1:00 !!!

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