domingo, enero 28, 2007

Entrevistando a Don Guri (1)

Gustav: Buenas a todos. Soy Gustav, reportero. Y hoy tengo la dicha de poder de entrevistar a ese genio de la narrativa, ese emperador de la blogosfera, ese superhombre, ese...

Don Guri: Abrevia y empecemos, Gustav. Que los bits son oro.

G: ¿Don Guri? ¿Qué haces tú aquí? Si yo venía a entrevistar a... Er... ¡Uy! Estaba mirando otra hoja de la agenda, qué fallo.

DG: ¿Cómo dices?

G: No, nada. Que... Que con todos vosotros, vosotras y ustedes... ¡Don Guri!

(Aplausos, aplausos)

G: Bueno, Don. Los lectores han sido tan amables de sugerir algunas cuestiones. Principalmente parece que quieren saber cosas sobre ti, tu blog y Japón. No deben echar nada interesante en la tele.

DG: A ver si le pido a Nico que haga uno de sus posts y mando la entrevista al guano.

G: ¡Tranquilo, hombre! Sólo era para ir haciendo ambiente. A ver... Hay bastante incertidumbre respecto a tu origen. Sabemos que te llamas Don Guri y que estás en Japón. Pero... ¿Cómo terminaste tan lejos de tu patria? ¿Y qué es un Don Guri?

DG: Como comenté de pasada una vez, “Don Guri” viene de la palabra japonesa “donguri”, que significa “bellota”. Surgí hará ya como... no sé... lo menos 5 años, como protagonista de unas viñetas relacionadas con el mundo del japonés. He aquí una muestra de aquello:

Viñeta alusiva al peligro de vivir en Japón sin conocer kanji. El rótulo del cartel pone precisamente eso: “Peligro

G: ¿¡Ese eras tú!? ¿Y qué haces escribiendo un blog? ¡Si revelaras el secreto de tu dieta te harías de oro!

DG: Sí, bueno, ejem... Un día de estos. No me interesa el vil metal (en cambio, el papel de los billetes me interesa mogollón, que lo sepáis).

G: De todas formas, no recuerdo haber visto esa viñeta en ningún sitio.

DG: Porque no se publicaron. Sucumbí a un traicionero ataque del Lado Vago de la Fuerza y caí en animación suspendida hasta que el boom de los blogs me hizo renacer cual fénix de sus cenizas (cenizas virtuales, claro).

G: ¿Vivías entonces en España?

DG: Sí. Me dedicaba a comer despreocupadamente bocadillos de chorizo, sin saber que pocos años después ya no podría hacerlo. Que esto os sirva de lección para disfrutar de lo que tenéis, niños y niñas: no hay tiempo como el presente.

G: Eso es algo que muchos se preguntan. ¿Cómo es que un amante del chorizo como tú terminó en un país en el que el chorizo es más raro que el plutonio?

DG: De la forma más tonta. Sucedió que fui a Madrid a ver a unos amigos. Madrid es una ciudad internacionalmente famosa por sus interminables obras, que cuando afectan a las líneas de metro convierten en toda una odisea usar la red de transportes. Pues bien, en uno de los trasbordos entre líneas debí de hacerme la picha un lío y, cuando conseguí regresar a la superficie, resulta que salí en Tokio.

G: Y te quedaste.

DG: Claro, porque porque tuve que ponerme a trabajar y eso para conseguir dinero para el billete de vuelta. Pero no había forma de ahorrar en esta suciedad de consumo.

G: Querrás decir “sociedad de consumo”.

DG: No. Esa es otra. El caso es que, cuando vine a darme cuenta, ya me había acostumbrado.

G: Ni que decir tiene que la sociedad japonesa es completamente diferente a la occidental. ¿Cómo te las apañaste con el shock cultural?

DG: No lo tuve. No porque sea muy adaptable, sino porque pienso poco. Esto a veces es una ventaja. Nunca me planteé que estaba viviendo en un sitio diferente. Claro que hay cosas que te chocan, pero mira, a mí me chocan más cosas como que cuando tiras de la cisterna el agua sepa pararse a la altura adecuada dentro de la taza del retrete, o que la Pantera Rosa resultara ser macho. En cuanto a la gente, partiendo de la base de que no hay una referencia absoluta de comportamiento humano y que toda manifestación cultural es subjetiva, acepto las cosas como son. No me como el coco.

G: (0_0)U... Oye, eso de la base absolutiva de la referenciación cultural humana te ha quedado muy profundo.

DG: Es que en el fondo soy un filósofo de la hostia.


Continuará...

Etiquetas:

domingo, enero 21, 2007

¿Quieres ser millonario?

Apreciado Don Guri:
Soy un joven como otro cualquiera al que sólo le importan tres cosas: tener dinero, mujeres y fama. Mi problema es que además soy vago de cojones (¿se puede decir “cojones” en este blog?). ¿Cómo podría conseguir mis objetivos?
Gracias de antemano por tu respuesta:

Zurulloide


¿Para qué esperar a necesitar Viagra? ¡Da el pelotazo YA!

Amigo Zurulloide:

Tu consulta tiene un plan de acción claro. Anota el procedimiento para conseguir todas tus aspiraciones.

Primero, tienes que casarte. Da igual la pareja. Esto no es más que el primer paso hacia tus sueños. Eso sí, deberás aguantar al menos dos o tres años siendo un marido ideal. Intenta reunir testigos y pruebas de tu buen comportamiento. Eso te facilitará las cosas en el futuro.
Al mismo tiempo debes conseguirte un curro. No te asustes; el trabajo sólo debe cumplir un requisito: que estés dado de alta (u sea, reconocido legalmente como trabajador de esa empresa). Da igual el número de horas y el sueldo que cobres. Aunque sea una puta mierda.

Pasados esos dos o tres años desde la boda viene el siguiente paso: sufir un golpe en la cabeza que pueda calificarse como accidente laboral. Dadas las condiciones del mercado laboral, esto debería ser lo más sencillo del mundo (más bien, lo difícil es mantenerte ileso durante ese par de años). Procura que sea lo suficientemente serio para necesitar atención médica pero no tanto como para descalabrarte. Guarda los papeles del médico.

...Y aquí empieza lo bueno. Una vez sanada la lesión puedes volverte todo lo despendolado que quieras. Échate varias amantes, arrasa por los puticlubs, ponte ciego de alcohol, drogas y lo que se te cruce por el camino. Cultiva todos los vicios que te apetezcan e inventa algunos nuevos si te da tiempo. ¿El dinero? Sácalo de lo que tengáis ahorrado tú y tu mujer. No te preocupes: antes de llegar a la bancarrota te saldrá el dinero por las orejas.
Con este ritmo de vida, llegará el día en que tu pareja te descubrirá... aunque sólo sea por el estado de la cuenta corriente. Esto no sólo no es perjudicial, sino necesario. Así que en ningún momento debes molestarte en esconder demasiado lo que estás haciendo. Más cómodo, imposible.
Acto seguido, tu esposa seguramente te denunciará y pedirá el divorcio. Y aquí viene cuando das el golpe maestro.
Acepta o no la demanda, pero interpón tú otra contra tu empresa: argumenta que aquel golpe que te diste en la cabeza te causó una lesión cerebral que alteró tu comportamiento de marido modelo al degenerado sumido en la depravación y el pecado que eres ahora, arruinando tu feliz matrimonio y toda tu vida. Pide el oro y el moro. Chorrocientos millones de euros de indemnización como mínimo.
En unas semanas o unos meses el juez fallará a tu favor y ya está, ahí lo tienes: pasta, mujeres, y la fama cuando tu historia salga en los periódicos y te hagan habitual de programas de televisión.

De nada y un saludo.
. . .

Respetado Don Guri:

Estooo... Soy yo otra vez. Perdona que dude de tu consejo, maestro. Pero no me convence mucho la estrategia que me planteaste. ¿Estás seguro de que las cosas saldrán así?

Zurulloide


Mi buen Zurulloide:
Estáte tranquilo al 100%. No tienes naaaaada que temer. Hay precedentes, como puedes ver en esta noticia:

Esta noticia apareció en el diario USA Today del 20/12/2006. Lo que aprende uno viajando...

Una traducción para los que no lean (o no tengan ganas de leer) inglés:

HOMBRE GANA DEMANDA POR DESCONTROL SEXUAL
Un juez británico ha concedido 5.89 millones de dólares a Stephen Tame (29 años), quien dijo que un accidente había disparado su líbido, haciéndole consumidor de prostitutas y pornografía, lo que destruyó su matrimonio. Tame dijo que unas graves heridas en la cabeza, consecuencia de una caída en 2002, le transformaron de un fiel recién casado a una persona “desinhibida” que tuvo dos amantes. El empleador de Tame, Professional Cycle Marketing, dijo que las heridas no fueron como él relató.

Espero que te hayas quedado más tranquilo. Con mis mejores deseos:

Don Guri

Etiquetas:

/* GOOGLE ANALITICS */