jueves, marzo 08, 2007

Movilización

Por lo que he leído en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme y que se llama internet, en España hubo ciertas tensiones en torno al asunto de los móviles.

Fascinante aparato con el que puedes mandar mensajes, navegar por internet, jugar a videojuegos, oír música, ver la tele, llevar tu agenda, conocer el tiempo, usarlo de despertador e, incluso, llamar por teléfono.

No sé si la cosa fue más o menos así, pero interpolando de lo que me he enterado::

Gentes: Las operadoras nos facturan por minutos. Pagamos lo mismo si hablamos 5 minutos que si hablamos 4 y un segundo. Es un robo y estamos hasta los huevos.
Gobierno, organismos del consumidor y demás basca: Operadooooras. No seáis malas. Cobrad por segundo, hombre.
Operadoras: No oímos nada, con el ruido de los chorros de dinero que nos entran.

Gentes: Pues seguiremos dando la lata, y hasta que se nos haga caso, aguantaremos la respiración.
Gobierno: Coño. Que si se muere la gente nos quedamos sin votantes. A ver, Operadoras. Ahora va en serio. A tarificar por segundo u nos sacamos una ley y os metemos un puro que sus cagáis.
Operadoras: Bueeeeeno, vaaale.


Gobierno: ¡Populacho! ¡Vuestras demandas han sido oídas!
Gentes: ¡Bieeeen! ¡El pueblo, unido, jamás será jodido!


Un individuo sagaz: ¡Eh! ¡Un momento! ¡Nos la han metido doblada! ¡Ahora han subido el establecimiento de llamada y van a ganar más que antes!!!

Gentes: ¡Qué cabrones! ¡Gobierno! ¡Esto no se puede permitir!
Gobierno, organismos etc...: Joer. Mira que sois pesaos. Venga, una vez ha estado bien, pero ahora apañáoslas solitos, que ya sois mayores

Gentes: ¡Hijos de putaaaaa! ¡Os vais a enterar! ¡Os hundiremos en la miseria miserable con el Plan UDSM!
Operadoras: Parece que se escuchan murmullos en la calle, pero con el ruido de todo este dinero entrando no oímos nada.


El Plan UDSM era, obviamente, el plan Un Día Sin Móviles.
Como idea revolucionaria tiene gancho. Pero claro, convocar a estas alturas de siglo un Día Sin Móvil es como proponer un Día sin Papel Higiénico. A ver quién se aguanta las 24 horas.

Uno: ¡Uf! Tío, yo no puedo más. Que se me escapa.
Otro: ¡Resiste! ¡No seas esquirol!

¡PUMBA!

Otro: Ottia. Ha reventao. Y lo ha dejado todo lleno de... Qué cerdo.
El Espíritu de Uno: He muerto, pero orgulloso de defender mis ideales.

Desengañémonos: lo del teléfono ha sido, es y será siempre un sacacuartos disfrazado de servicio de comunicaciones.

En Japón lo tienen más claro:


Tienda de móviles en Shinjuku. Traducción: "Nuevo móvil original de Toyota: TiMO"

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viernes, marzo 02, 2007

Atchís

Si yo fuera Proto, diría que la primavera es una mierda.
En cambio, diré que la primavera es una remierda. Esa es la palabra.
Aunque bueno... No se trata exactamente de la primavera, sino del polen. El polen sí que es una remierda.
Y... a decir verdad, tampoco es el polen, sino la alergia. Es un fastidio tan grande que he tenido que inventar una palabra (“remierda”) para definirla.

Parece un nuevo planeta, pero es un puto polen

En Japón, el invierno inusualmente cálido ha hecho que se adelante la estación de la alergia. La gente sale a la calle con sus mascarillas y yo ya vivo pegado a una caja de pañuelos de papel.

A diferencia de un bacilo, el polen es una cosa así como semi-inerte al que no se le ha perdido nada en nuestro cuerpo. Él va inocentemente buscando germinar por alguna parte y de repente se nos mete dentro y ¡zas! Después de causarnos picores y estornudos, termina escogorciado por un antihistamínico. Nosotros y el polen, ambos los dos, salimos perdiendo. Qué cruel broma del destino.

Encima, en principio el polen no es tan cabrón. Lo que vuelve loco a nuestro sistema inmunológico es que se mezcla con la contaminación y se crea algo así como un ente híbrido vegetal-mineral. Parecería ciencia ficción de no ser por los millones de narices goteantes que recorren el planeta en esta época.

¿Dónde venden esto?

Y la mayor putada es que te fastidia lo justo para dejarte hecho mierda, pero no tanto como para poder ausentarte del trabajo. Aunque los síntomas sean peores que los de un resfriado, como la alergia no se contagia, pasa lo que pasa.

Situación 1: Vas con un gripazo al curro.
- ¡Atchís! Jo, cómo me salen los mocos. Tengo un trancazo que...
- Pero hombre, ¿cómo se te ha ocurrido venir así? Vete a casa y métete en la cama. ¡Rápido!
- Y no vengas hasta que no te quede un virus en el cuerpo, ¿eh?

Situación 2: Vas con alergia.
- ¡Atchís! Jo, cómo me salen los mocos. Tengo una alergia que...
- Sí, ahora hay mucha.
- Bueno, suénate rápido y termina estos 30 informes. Y no estornudes encima de los papeles, insolidario cochino de mierda.


De todas formas, una vez escuché en una serie de animación que no hay nada inútil en la tierra. Y si lo decían en una serie de animación, es que tiene que ser verdad. Por tanto, pensé... ¿Para qué puede servir la alergia?
¡Pues para inciar una conversación!
Hasta ahora, dependíamos del tiempo para ello. Aunque socialmente aceptado, no nos engañemos: resulta patético.

Alguien nos dice:
- Cómo llueve hoy, ¿eh?

Claro. Como estamos a medio metro el uno del otro, no nos habíamos dado cuenta de la lluvia. Qué interesante intercambio de información.
Y lo peor es que no resulta fácil desarrollar la conversación a partir de ahí.

En cambio, la alergia es una cosa más nueva y con más posibilidades. Podemos llevar la conversación hacia donde queramos, lo cual es una ventaja inmensa en cualquier campo; especialmente para ligar:

- ¡Atchís!
- ¿Estás resfriado?
- No. Es alergia.
- ¡Anda! Yo también soy alérgica. Lo paso fatal en esta época. Qué ganas tengo de que pase la primavera.
- Sí, y yo. Por cierto, ¿tienes
algo que hacer cuando termine la primavera? ¿Te vienes a la playa?
- ¡Vale! Me untarás crema en la espalda.
- Pero crema hipoalergénica, ¿eh?
- Tú sí que sabes tratar a las mujeres.


No hay ni que esperar a que nos dirijan la palabra. Podemos tomar la iniciativa fácilmente.

-¡Atchís! Jo... Esta alergia...
- Pobrecito. Ahora hay mucha gente así.
- Sí, he pensado que deberíamos fundar un partido político.
- ¡Ja, ja! Buena idea.
- Recuerda bien este momento. Podrías estar hablando con el futuro Presidente del Gobierno.
- Me encantan los hombres con ambiciones. Soy toda tuya.
- Lo esperaba. Me echo el espray nasal y nos vamos a un hotel.

¿Veis qué fácil?

Y si no eres alérgico, búscate un moco artificial y sal a triunfar... ¡ahora mismo!

PS.- A ver. Juro que esto es verdad. Tenía el post más o menos listo anoche, sólo para pulirlo. Esta mañana he ido a cortarme el pelo. Me toca un peluquero bastante feo, todo sea dicho. De terminar el pelado se encarga una chica. Y no necesito ni tomar la iniciativa. Aunque había conseguido no estornudar ni una vez, va y me dice:

- ¿Tienes alergia?
- Pues sí. ¿Cómo te has dado cuenta?
- Tienes los ojos rojos.
- ¡Buena vista! ¿Tú también?
- Sí. No puedo salir sin mascarilla.

Etcétera.

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