¡A la basura! (6): Conclusión
Para los insensatos que se hayan perdido las anteriores entregas:
¡A la basura! (1)
¡A la basura! (2)
¡A la basura! (3)
¡A la basura! (4)
¡A la basura! (5)
Enga, vamos palante a terminar con el mogollón este.
Pero esto era sólo la basura normal. Quedan miles (quizás millones) de tipos que hay que tirar de otra forma.
Por ejemplo, voy a presentar tres artículos para los que tienes que ir hasta el supermercado más cercano, donde están dispuestos los correspondientes contenedores:
>Botellas de PET: bebértelas, limpiar el interior, quitar el tapón (basura no combustible) y la etiqueta (algunas combustibles, otras no)
Y aquí están los correspondientes contenedores:

Pero si nos fijamos bien, para motivar al sufrido ciudadano son tan amables de explicarnos en qué se recicla cada cosa.
Por ejemplo. ¿En qué se reciclarán los cartones de leche? ¿En más cartones de leche? ¿En folios A4?
¿Y las bandejas de polipropileches? Ese material tan extraño debe sin duda reciclarse en algún material aún más extraño: aislante molecular para reactores de fisión nuclear o polímeros antipatógenos antiretrovirales...
Y finalmente, las botellas de PET. Ya que se tiran limpias, ¿se rellenarán directamente con las mismas bebidas? ¿Las usarán para fabricar bolsas de plástico? No. Después de lo que hemos visto, seguro que ya sospechamos que tendrán un destino más inverosímil.
Y efectivamente...
¡Nos estamos vistiendo con botellas de Coca-Cola y agua sin gas, y encima pagamos un pastón por ellas! Licra, nylon, rayón... ¿Fibras sintéticas? ¡Y tanto! ¡J*der con la química! Mucha casualidad que dichas fibras se popularizaran al mismo tiempo que las bebidas de consumo internacional. Una teoría paranoico-conspiracionista más para la colección.
En fin. Y la cosa no acaba aquí: hay otros depósitos para pilas usadas, para tubos fluorescentes, para...
Pero la gente, de una manera u otra se las apaña. Así que desde este humilde blog propongo crear contenedores separados para nuevos tipos de basura, como huesos de sandía, caspa o hilillos deshilachados de las camisas.
Y el tema no acaba aquí. Quedan otras cosas como esa especie de cuerpos de guardia no oficial de marujas que vigilan y cuidan que los vecinos no infrinjan las normativas de tirar la basura y otras diabluras. Pero ya os hacéis una idea. Así que terminemos el rollo este.
De momento, yo me conformaría con que alguien me explicara si un chicle es basura combustible o no combustible. Se me está acumulando una montaña de chicles mascados y no sé dónde tirarlos.
Etiquetas: basura